Este artículo se enfoca en Venezuela y su situación en medio de la pandemia de COVID-19, utilizando datos del V-Dem Institute que indican que la crisis está afectando no solo la salud y la economía, sino también la calidad democrática global. Los científicos sociales han expresado preocupación de que la pandemia sea utilizada por los gobernantes para debilitar la democracia y restringir los derechos humanos. Esto se relaciona con el uso de Estados de Excepción por parte de muchos gobiernos, incluido Venezuela, para abordar la crisis, aunque algunos argumentan que estos instrumentos no respetan los principios democráticos y pueden ser usados para socavar la democracia y consolidar el autoritarismo y/o consolidar gobiernos autoritarios.
